La infertilidad es un problema que en la actualidad afecta a una de cada seis parejas en edad fértil. A la hora de decidir cuáles son los tratamientos de fertilidad más recomendables en cada caso es fundamental realizar un diagnóstico correcto, mediante la técnica pertinente. Tanto la infertilidad masculina como la femenina pueden ser tratadas para conseguir el deseado embarazo.
A medida que avanza la edad de la pareja, descienden las posibilidades de concebir. Además, existen algunos factores como ciertas enfermedades, la alimentación o incluso el estrés, que dificultan la concepción natural. La buena noticia es que en la actualidad las técnicas de reproducción asistida cuentan con un alto porcentaje de éxito.
Entre las principales técnicas de fertilidad podemos distinguir dos grupos en función de sus objetivos: conseguir el embarazo o preservar los óvulos disponibles para futuros tratamientos. En este caso, vamos a centrarnos en el primer grupo.
Se trata de una técnica sencilla, mediante la cual se introducen los espermatozoides dentro del útero en un momento cercano a la ovulación. Su porcentaje de éxito ronda el 18-20% en cada ciclo, si bien es cierto que los resultados aumentan en efectividad cuando el semen procede de un donante anónimo.
Antes de realizar la inseminación, se llevan a cabo distintos procesos:
Esta técnica cuenta con una tasa de consecución de embarazos de entre un 40% y un 60%. Tras la estimulación ovárica se extraen los óvulos mediante una punción ovárica vaginal, y posteriormente se llevará a cabo la fecundación en el laboratorio mediante uno de los siguientes procedimientos:
Tras comprobar que se ha producido la fecundación de los óvulos, y elegir en el laboratorio el o los mejores embriones generados, se introducen en el útero con el fin de conseguir su implantación y lograr el embarazo.
En este sentido cabe destacar la importancia de las pruebas diagnósticas para evitar la transmisión de padres a hijos de ciertas enfermedades de componente genético. Mediante el conocido como test genético preimplantacional (TGP) se detecta la presencia de alteraciones cromosómicas o genéticas en el embrión. La técnica que se utiliza para este análisis recibe el nombre de NGS (Next Generation Screening) y permite estudiar una enfermedad genética concreta y transferir únicamente los embriones sanos.
Una pareja puede convertirse en donante de embriones, de tal manera que ayude a cumplir el deseo biológico de otras personas que, por diversos motivos, encuentran también dificultades para conseguir una gestación.
El proceso de adopción de embriones es muy sencillo. Consiste en la transferencia de uno o dos embriones donados por una pareja que accede a donar los embriones no empleados en su propio proceso reproductivo. La Ley de Reproducción Asistida Española contempla distintas opciones para los embriones congelados procedentes de distintos tratamientos de fertilidad:
Hoy en día, los tratamientos de fertilidad en nuestra clínica presentan un alto índice de embarazos. Por eso, si estás pensando en recurrir a una técnica de fertilidad es fundamental que cuentes con un asesoramiento integral.